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. Noemí Zaritzky PERSONAJE
Cuando el esfuerzo da sus frutos
Es la primera mujer, tras 52 años, en obtener el premio de la
Fundación Bunge y Born en Ingeniería de Procesos, uno de los
más importantes que se otorgan a la actividad científica.
Una de sus frases predilectas es “predicar con el ejem-
plo” y, de esa forma, camina por la vida, dando el ejem-
plo y trabajando duro “como sucede en una casa, en una
familia, si uno es jefe de grupo, es el que más se tiene
que esforzar; esa es una de las maneras para lograr que
cada integrante del equipo también se dedique y sea
eficiente”, asegura Noemí Zaritzky, la investigadora que
obtuvo el premio de la Fundación Bunge y Born en Inge-
niería de Procesos, uno de los más importantes que se
otorgan a la actividad científica.
El esfuerzo es un hilo conductor en la historia acadé-
mica y profesional de quien es la primera mujer, tras 52
años, en recibir el reconocimiento. “Es la primera vez que
lo obtiene una mujer en todas las especialidades, eso
resulta bastante particular. Siempre los ganadores han
sido hombres y en distintas áreas del conocimiento. Por
otra parte, es la segunda vez que se da este premio en
Ingeniería de Procesos”, explica en diálogo con Ingeniar.
La Ingeniería de Procesos es una rama de la ingeniería
que está orientada al estudio de los procesos producti-
vos involucrados en la transformación de materiales en
productos finales. Abarca una amplia gama de industrias,
como la química, petroquímica, agroindustria, el proce-
samiento de minerales, polímeros, alimentos, cerámicos,
productos farmacéuticos y la biotecnología, entre otras.
“En mi caso, trabajo en mejoramiento de procesos y
productos de la industria alimentaria, aprovechamiento
de residuos y en tratamientos de aguas residuales“,
añade la ingeniera química.
¿Cómo se llega a ese premio? No es nada fácil, el
camino es el más difícil; la fuerza de voluntad, la dedica-
ción y la perseverancia.
“Para ser investigador en el área de procesos tecno-
lógicos hay que estar abierto a nuevas ideas, estudiar
y resolver problemas de interés utilizando herramientas
científicas”, precisa Noemí, al tiempo que explica que se
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Cuando el esfuerzo da sus frutos
Es la primera mujer, tras 52 años, en obtener el premio de la
Fundación Bunge y Born en Ingeniería de Procesos, uno de los
más importantes que se otorgan a la actividad científica.
Una de sus frases predilectas es “predicar con el ejem-
plo” y, de esa forma, camina por la vida, dando el ejem-
plo y trabajando duro “como sucede en una casa, en una
familia, si uno es jefe de grupo, es el que más se tiene
que esforzar; esa es una de las maneras para lograr que
cada integrante del equipo también se dedique y sea
eficiente”, asegura Noemí Zaritzky, la investigadora que
obtuvo el premio de la Fundación Bunge y Born en Inge-
niería de Procesos, uno de los más importantes que se
otorgan a la actividad científica.
El esfuerzo es un hilo conductor en la historia acadé-
mica y profesional de quien es la primera mujer, tras 52
años, en recibir el reconocimiento. “Es la primera vez que
lo obtiene una mujer en todas las especialidades, eso
resulta bastante particular. Siempre los ganadores han
sido hombres y en distintas áreas del conocimiento. Por
otra parte, es la segunda vez que se da este premio en
Ingeniería de Procesos”, explica en diálogo con Ingeniar.
La Ingeniería de Procesos es una rama de la ingeniería
que está orientada al estudio de los procesos producti-
vos involucrados en la transformación de materiales en
productos finales. Abarca una amplia gama de industrias,
como la química, petroquímica, agroindustria, el proce-
samiento de minerales, polímeros, alimentos, cerámicos,
productos farmacéuticos y la biotecnología, entre otras.
“En mi caso, trabajo en mejoramiento de procesos y
productos de la industria alimentaria, aprovechamiento
de residuos y en tratamientos de aguas residuales“,
añade la ingeniera química.
¿Cómo se llega a ese premio? No es nada fácil, el
camino es el más difícil; la fuerza de voluntad, la dedica-
ción y la perseverancia.
“Para ser investigador en el área de procesos tecno-
lógicos hay que estar abierto a nuevas ideas, estudiar
y resolver problemas de interés utilizando herramientas
científicas”, precisa Noemí, al tiempo que explica que se
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