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EDITORIAL

por Dr. Ing. Marcos Actis, Decano de la Facultad de Ingeniería

Argentina necesita más planes estratégicos a largo plazo

EDITORIAL Argentina necesita para seguir creciendo contar con planes estra- Si pudimos llegar a todo esto, sin dudas, fue por la experiencia gene-
tégicos a largo plazo. Sobre esto me voy a referir en esta oportuni- rada en INVAP para cumplir con el Plan Espacial Nacional encabezado
dad, los proyectos que perduran en el tiempo y la cuestión espacial. por la CONAE. También, indudablemente, por la decisión política de
Un tema que me ha tocado de cerca desde los inicios de la CONAE, aportar fondos y confiar en una empresa joven para el desarrollo de
creada en 1991, y más aún en los últimos años. este tipo de tecnologías.

En los comienzos de la década del’ 90, siendo yo muy joven, llegó al Algo similar ocurrió con los radares. Tiempo atrás se decía que
Departamento de Aeronáutica de la Facultad la posibilidad de trabajar Argentina sólo tenía uno o dos vetustos radares y que pendíamos de
en un proyecto de la CONAE, el cual rozaba la temática de mi área de un hilo para las operaciones aéreas. Ahora nada se dice de los más
estudio. En esa época, ser joven en Ingeniería significaba no poder diri- de 20 radares que funcionan en todo el país. Este logro de INVAP
gir un tema de estas características. Así que se lo ofrecieron a alguien también se dio en una conjunción: por un lado, el entonces presi-
de más edad, supuestamente, con experiencia, de quien recuerdo que dente Kirchner, quien decidió hacer caer la licitación para la compra
a veces iba a dar clases… En fin, por esas casualidades pude participar de los radares al exterior y, por el otro, una empresa argentina que lo
en el proyecto desde abajo, se podría decir “barriendo el piso”. llevó adelante.

En esos años lo que se decía, o escuchábamos en los pasillos, era En este caso, el plan espacial aportó al desarrollo del SACOM, ya
que el proyecto Cóndor se había desactivado y que, a cambio, Estados no con la ayuda de la NASA, por ser un radar en órbita (algo que los
Unidos ofrecía lanzar los satélites científicos de la serie SAC que Argen- países coloniales no debemos hacer). Esto permitió al INVAP adquirir
tina iba a construir. Creo que en “Estados Unidos” nunca se imagina- experiencia en radares y así construir los actuales radares primario y
ron hasta dónde podríamos llegar en materia espacial, esto gracias a secundario sin la necesidad de conseguir este tipo de tecnología en
la continuidad del plan espacial. En ese aspecto, fue clave la decisión el exterior.
de alguien que apostó a los jóvenes, como fue el ex presidente Néstor
Kirchner, creando ARSAT en 2006. Hoy Argentina tiene su segundo Próximamente, Argentina pondrá en operación radares meteoroló-
Satélite de Comunicaciones ARSAT II en órbita. gicos con lo cual, en un futuro no muy lejano, tendrá la capacidad
de prevenir o advertir sobre catástrofes, como la ocurrida el 2 de
Volviendo a los inicios, la CONAE empezó con el satélite SAC-B. El abril de 2013 en La Plata, identificando la cantidad de agua o granizo
SAC-A fue un proyecto que quedó a destiempo debido a que era para que podrían generar las tormentas sobre una determinada región
medir una máxima actividad solar a la cual ya no se llegaba (esto siem- o ciudad.
pre desde mi óptica de estar barriendo). Lamentablemente, el SAC-B
no pudo orbitar porque el lanzador norteamericano no pudo dejarlo Otro caso de independencia ganada son las capacidades de radari-
libremente en el espacio ya que falló el sistema de liberación. El satélite zación. ¿Si esto no es soberanía tecnológica, qué sería?
sólo pudo trasmitir información hasta que se agotaron sus baterías,
por estar impedido de orientar sus paneles solares hacia el sol. Por último, el proyecto TRONADOR II y la Arquitectura Segmentada
es un programa destinado a desarrollar una nueva forma de hacer
A cambio de este evento, la NASA ofreció hacer un lanzamiento del satélites. El objetivo es poner en órbita un determinado instrumento
SAC-A desde el trasbordador, como ocurrió satisfactoriamente. Luego en meses y no tener que esperar a colocar toda la misión de un saté-
vino el primer logro importante en la carrera satelital: el SAC-C, que lite tradicional, lo que podría demandar años.
pesaba alrededor de 500 Kg y fue lanzado en el año 2.000. Construido
íntegramente en INVAP y con instrumentos de diversas agencias inter- Todo esto nos llevará a tener independencia, o más aún, sobera-
nacionales, fue el primer satélite argentino de observación de la Tie- nía en el ámbito espacial. En un tiempo, hasta se podría poner en
rra. Su misión fue enviar información e imágenes del país y de otras órbita algo tan complejo por nuestra latitud, como lo es un satélite
regiones del mundo. geoestacionario o inclusive, por qué no, un argentino en órbita o una
estación espacial. Los sueños del presente pueden ser las realidades
El SAC-D sobrevivió a la crisis del 2.001 y siguió los pasos de su ante- del futuro.
cesor. Con un instrumento principal desarrollado por la NASA, cinco
de origen nacional (cuatro de ellos con participación de la Facultad) Para ser grandes hay que pensar en grande. Lamentablemente, los
y otros extranjeros (pesa 1.500 kg.), fue lanzado en 2.011. El satélite argentinos creemos que somos los mejores del mundo en todo y los
demostró que Argentina estaba a la vanguardia del desarrollo satelital más piolas. Como decía Juan Manuel Fangio: “Hay que intentar ser el
y a punto de lograr la independencia en esta área, algo que ocurrió mejor, pero nunca creerse el mejor”.
con la llegada de la empresa ARSAT conducida por el Ministerio de
Planificación (MINPLAN). Ambos apostaron a que se podía llegar a la Por mi experiencia personal en el campo espacial, y como decano
escala máxima del desarrollo satelital al plantearse la construcción de de esta Facultad de Ingeniería que tiene tantas especialidades, creo
satélites de comunicación. que lo que podrá sacarnos de esta historia pendular es terminar con
el colonialismo tecnológico y lograr la industrialización del país. No
Se debe tener en cuenta el desafío que esto significa. Un satélite cientí- sólo en las grandes urbes sino en todo el territorio. Para eso debe-
fico sólo involucra la obtención de información sobre la Tierra, si puede mos ser capaces de fijarnos planes estratégicos para la Nación en
ser importante para tomar decisiones o remediar o prevenir alguna distintas ramas, y acordar los mismos con sus protagonistas; no tomar
calamidad. En cambio, un satélite de comunicaciones implica manejar propuestas de consultores o de países extranjeros que sólo piensan
la comunicación de uno o varios países, con el riesgo que esto conlleva en sus intereses y no en los del conjunto del pueblo argentino. Por
hoy en día. El primero orbita la Tierra a 600 km de altura y suele verse de eso, celebro la decisión de nuestra presidenta, Cristina Fernández de
noche en el cielo, como si fuera una estrella fugaz. El segundo está todo Kirchner, de enviar al Congreso Nacional el proyecto de declaración
el tiempo sobre nosotros, a una altura de 36.000 km. “de interés público el desarrollo industrial satelital como política de
Estado y la creación del plan geoestacionario argentino 2015-2035”.

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