Aporte local para el desarrollo aeroespacial nacional



La Facultad de Ingeniería participa activamente en la Misión SAC-D/Aquarius que lleva adelante la Comisión Nacional de Actividades Aeroespaciales (CONAE). Desarrolla un Sistema de Recolección de Datos y un Sistema de Posicionamiento Global (GPS) para el satélite argentino que será puesto en órbita en marzo de 2009.

El Área de Comunicaciones y el Laboratorio de Electrónica Industrial, Control e Instrumentación (LEICI) del Área Departamental Electrotecnia de esta Facultad son piezas angulares en el desarrollo de dos instrumentos del nuevo satélite argentino que la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) está construyendo para observar la tierra. Se trata de un Sistema de Recolección de Datos y de un Sistema de Posicionamiento Global (GPS).

Estos equipos serán instalados en el satélite argentino SAC-D/Aquarius, que entrará en órbita en marzo de 2009. El proyecto, es un emprendimiento conjunto entre científicos argentinos y la NASA, que participa a través del Goddard Space Flight Center (GSFC) y el Jet Propulsion Laboratory (JLP), dos organismos que forman parte fundamental de los proyectos espaciales de los Estados Unidos.

Ambos instrumentos serán ensamblados en un cuarto limpio, especialmente diseñado y montado en esta Facultad, similar a los ya existentes en la CONAE o en el INVAP. Es un ambiente donde las impurezas y la temperatura están estrictamente controladas. Allí se debe entrar con guantes, guardapolvo, barbijos y en condiciones asépticas. Cabe destacar que para armar un elemento que luego se usará en el espacio, no puede haber partículas de polvo.

El Sistema de Recolección de Datos (DCS), que retransmitirá datos metereológicos ambientales posee una capacidad de procesamiento de unos 40 millones de instrucciones por segundo. Está siendo desarrollado integramente por el área Comunicaciones bajo la coordinación del Ing. Hugo Lorente. El aparato pesa 6 kilos, es compatible con el sistema francés Argos y puede recibir datos de 200 DCP dos veces al día.

Se trata de un sistema de recolección de datos en tierra, a través de estaciones de bajo costo, que permite la lectura de parámetros ambientales hidrométricos, de control de contaminación, temperatura, humedad, velocidad y dirección de vientos, humedad de suelos, profundidad de napa freática, de radiacion solar, etc.

Las estaciones pueden estar localizadas en cualquier punto geográfico. Dichas estaciones tienen una lógica programable que permite la lectura de una amplia variedad de sensores a ser definidos por los usuarios. Los intervalos de medición tambien son programables a pedido de los usuarios. Los datos adquiridos son almacenados en una memoria de estado sólido.

Cada estación es interrogada una vez por día por el satélite y transmite los datos almacenados al mismo. CONAE, posteriormente realizará la distribución de estos datos a cada usuario diariamente. La velocidad de transmisión de datos al satélite es de 4800 bits por segundo y el enlace se realiza a través de un receptor y un transmisor en Banda UHF.

"Con este instrumento, nuestro país podrá contar con un sistema de información satelital propio y no deberá tener que recurrir a otras agencias espaciales extranjeras para obtener información útil para actividades relativas a la producción, como ser la cantidad de nieve en montañas para preveer el caudal y la crecida de los ríos, estimar cosechas, realizar seguimientos de especies en extinción o determinar la posición de los barcos pesqueros argentinos en nuestro litoral marítimo y de esta manera combatir la pesca ilegal", indicó el Ing. Hugo Lorente.

El equipo de trabajo está compuesto por los ingenieros Gerardo Sager, encargado de seguimiento de sistema y procesamiento digital; Adrián Carlotto, quien trabaja en el procesamiento de señal; Laureano Bulus Rossini, responsable del hardware de radiofrecuencia y José Juárez, desarrollador del software del sistema.

"Si bien este grupo ya construyó anteriormente dos sistemas similares, tuvimos que realizar un rediseño, con materiales especiales, resistentes a la radiación, y con otro tipo de tecnología, que permita el procesamiento de señales en condiciones mucho más adversas que en la Tierra", explicó Gerardo Sager, quien viajó especialmente a Francia pra capacitarse en resistencia de materiales.

A su vez, el área de Comunicaciones y LEICI están desarollando un Sistema de Posicionamiento Global (GPS) que será vital para determinar la ubicación del satélite.

Este receptor de GPS, será montado sobre el satélite de observación SAC-D/Aquarius y es de utilidad para la determinación de órbita, posición y velocidades angulares del satélite a más de 600 kilómetros de la Tierra. Será utilizado en futuras misiones de la serie SAOCOM 1A y 1B, cuya actividad orbital comenzará en 2010-2011, según la proyección de la CONAE.

Este equipo de trabajo es dirigido por el Ing. Hugo Lorente y el Ing. Carlos Muravchik. Está compuesto por los ingenieros Javier García, Agustín Roncagliolo, Laureano Bulus Rossini, José Juárez y Mauricio Orden.

"Como en órbita las señales son diferentes que en la Tierra, porque el satélite donde va el receptor se mueve muy rápido, debemos realizar un sistema especial. No hay que olvidarse de que el GPS fue pensado para usuarios terrestres. Es decir, las condiciones de operación son totalmente disímiles y mucho más rigurosas. Ahí radica la complejidad del proyecto", explicó el Ing. Mauricio Orden.

A su vez, los responsables de ambos proyectos coinciden al sostener que "se trata de un desarrollo que no sólo permite la creación de un producto tecnológico, sino que posibilita la formación de recursos humanos, la incorporación de equipamiento de última generación y, a su vez, la divulgación de conocimientos, para que cada vez más profesionales capacitados se queden en el país. Todos los conocimientos que se generan a través de este proceso se divulgan a través de tesis y publicaciones que, el día de mañana, les servirán a estudiantes, profesores y colegas".

La Misión SAC-D/Aquarius
El satélite será de importancia mundial ya que será el primero en realizar un mapa global de la salinidad de los océanos desde el espacio, algo que servirá para estudios científicos y para formular predicciones más seguras sobre las variaciones del clima en el mundo.

Otra de las tareas del satélite será estudiar el desprendimiento del hielo en las regiones polares, determinar la temperatura de la superficie del mar y, ya no en el agua, sino en la tierra, medir la humedad de los suelos, para así detectar zonas que presentan un alto riesgo de incendios o de inundaciones.

Una vez en el espacio navegará por unos 8 años. El satélite se instalará a una distancia de 605 kilómetros, que se denomina polar: girará alrededor de la Tierra describiendo una circunferencia que va del polo Sur al Norte y de esa forma barre toda la superficie de la Tierra. Será controlado desde Córdoba y tendrá la capacidad de cubrir tan sólo en siete días la totalidad del globo. Siempre que se destine para usos científicos, los datos de este satélite, que brindará 20.000 imágenes al año, estarán a disposición de la comunidad de modo gratuito.